lunes, 24 de octubre de 2022

 24 octubre 2022


El Milagro de una Segunda Oportunidad.

Increíble, hace dos años y dos meses estuve  con Covid 19 severo, infectada con la primera cepa del virus. En el mes a inicios del mes Julio 2020  NO habían vacunas, no  había Hospital El Salvador. al inicio del mes de marzo del mismo año abrieron un gripario contiguo a la puerta de mi vivienda, en una puerta poco utilizada por el ISSS en una Clínica Comunal, cuyo acceso no es por una colonia privada. Desde el inicio presentamos  gestiones verbales, escritas para que lo cerraran y finalmente se logro en el año 2021.

En  el mes de julio de 2020  mi esposo inicio con  fiebres y dolor de cuerpo y luego yo con problemas respiratorios. Me ingresaron de emergencia al Hospital General del ISSS, me encontraron neumonía bilateral por Covid 19,   y posteriormente hablaron con mi familia y estando ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos,  me entubaron, estuve en coma inducido; luego pidieron plasma sanguíneo de personas que salieron del covid  y tenían altos los anticuerpos.  me pusieron dos transfusiones. Mi percepción es que pase un tiempo increíblemente largo, meses y meses.

Mis bienhechores fueron mis compañeros de trabajo entre docentes y personal administrativo de la UTEC, mis estudiantes, mis amigas y amigos trabajadores sociales, mis amigos de siempre. Ellos lograron las donaciones de sangre y mi familia los medicamentos que pedían y que no habían en plaza, pero los  consiguieron.

Los médicos, enfermeras y demás personal de salud del ISSS, me trataron con mucha calidad humana a pesar de mi condición, gracias a Dios cuando al fin probaron si iba poder respirar sola, después de un  proceso cuidadoso pude hacerlo y me retiraron el respirador. Dijeron que sali en parte por Misericordia de Dios y por seguir indicaciones en la UCI antes de entubarme, no me "chuquie", mi cuerpo respondió al tratamiento pero estuve al borde de la muerte. Desperté, me hicieron exámenes, me dieron el alta.

Mis sueños  durante la estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos

Les cuento que estando sedada, empezaron mis sueños vívidos, unos muy agradables y otros muy  fuertes y me ponía agitada, por lo que me tuvieron inmovilizada, tenía moretes en manos y pies, cateter central, etc.

Cuando me dieron el alta, yo no podía caminar, hablar, ronca, ronca, tampoco llevar alimento a mi boca, había perdido mucha masa muscular por tanto día en cama; yo no sabia y quise levantarme. Primera caída, de varias porque tenía afectado el equilibrio. Hoy camino  poco, insegura, a veces me canso, pero doy gracias a Dios que estoy viva,  después de mucho seguimiento médico, terapia física, apoyo familiar, de mis amigos y mis hermanos.

Doy gracias a mis bienhechores, amigos, mi familia espiritual y de sangre. 

Doy gracias a mi querida UTEC, deseo muchos éxitos académicos a la fmailia UTEC.